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¿Conoces mi último libro?

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La desgracia doble de ser un negro blanco.

Sabemos que la vida de un negro en una sociedad blanca acostumbra a ser bastante penosa, debido a los prejuicios y racismos varios de la sociedad de acogida. Sin embargo, no nos podemos ni llegar a imaginar lo duro que puede llegar a ser la vida de un blanco entre negros, y no me estoy refiriendo a los ricos terratenientes europeos en África o a los miles de cooperantes occidentales que allí trabajan, no. Me refiero a los negros albinos.

Ni blanco,ni negro.
El albinismo es una anormalidad genética (ver El caso de las polillas que se adaptaron a la polución humana) según la cual el individuo que la padece nace sin melanina, teniendo una piel prácticamente transparente y sin defensas ante la luz y las radiaciones solares. Esta anomalía, que se produce en todas las razas humanas, aunque pueda parecer mentira tiene una afectación grandísima entre las personas de raza negroide, con una media de un caso cada 4.000 personas, mientras que en la raza blanca se produce un caso cada 20.000 personas. A pesar de todo ello, pocos casos de albinismo entre negros llegan a nuestros ojos habitualmente, y todo tiene una razón. En este caso, una trágica razón.

Destacan demasiado.
Un albino de raza negra tiene el primer handicap en la zona climática de la tierra en que viven. El hecho de vivir en la zona más tórrida del planeta, junto con el hecho de tener una disfunción genética que les impide defenderse correctamente del sol inclemente que cae a plomo sobre su indefensa piel, les produce numerosas enfermedades dérmicas, entre ellas cáncer -uno de cada seis albinos la padece- y daños en la vista, que puede producirles ceguera. Todo ello produce que los negros que padecen albinismo no pasen de los 30 años de vida de media, pero, desgraciadamente, esa no es su principal amenaza.

Negra albina mutilada.
Efectivamente, la principal amenaza para estas personas es, sin dudarlo, la superstición, los prejuicios y las miserias de los países del áfrica negra en que viven. En esas zonas, los albinos por un lado son considerados como pájaros de mal agüero -atraen la mala suerte y, por tanto, se les expulsa de las familias-, y por el otro es considerado por la brujería como un elemento con capacidad de atraer la buena suerte. El problema estriba en que la forma en que esta pobre gente atrae la buena suerte es a base de servir de ingrediente a pócimas "secretas" hechas con su sangre, pelo o piel o sirviendo de amuletos para supersticiosos adinerados, que no dudan en pagar miles de euros por obtener dedos, brazos, piernas, pies o incluso la cabeza entera de alguno de estos desgraciados entre los más desgraciados del planeta.

En Tanzania, Burundi o Rwanda, la persecución de los albinos ha llegado a niveles de escándalo: en Tanzania se han detectado 57 asesinatos relacionados con el tráfico de albinos, y 14 en Burundi en los dos últimos años. En Burundi, la policía descubrió el caso de una niña de cuatro años que fue desmembrada para venderla en el mercado ilegal de la brujería (ver La aniquilación de gatos que mató a 25 millones de personas), lo que deja constancia del nivel de peligro e inseguridad en que viven.

Esta situación continua y generalizada en todos los países de África donde los negros son mayoría produce una gran desazón a los enfermos de esta anomalía genética, llegando al punto de huir de sus países. Tal fue el caso que, en abril de 2009, se dio en España al llegar una patera a Tenerife con un negro albino de 18 años que huyó de su país, Benín, y al que pretendían sacrificar ritualmente, pidiendo asilo político por ello.

Albino con cáncer de piel.
Sin embargo, no todo es negro en el futuro de esos negros blancos, ya que hay organizaciones como "Under the Same Sun" (Bajo el mismo Sol) que de forma altruista se dedica a defender los derechos de los albinos africanos. Esta asociación trabaja en Tanzania recogiendo ropa y material diverso -como, por ejemplo, gafas de sol-, así como dando cobertura sanitaria a las graves patologías que padecen y a las que, normalmente, no tienen ninguna posibilidad de acceder.

Esperemos que, con el tiempo, la situación mejore para estos "hijos de la Luna" (recordando la manida canción de Mecano). De momento, el gobierno tanzano ha puesto un albino al frente de la lucha contra la discriminación de este sector de la población, e incluso alguno ha hecho carrera musical, como le ha pasado a Salif Keita, uno de los más famosos cantantes de pop de Mali, y que son el ejemplo viviente de que, lo más peligroso del ser humano, no es lo que conoce, sino lo que desconoce.

Desgraciados entre los desgraciados.

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